copio este texto que me llega por wsp en un día tan significativo, día de resurrección, que enmarca un proceso, de jueves a lunes, en el que leo con Silvia un libro que le ha llegado como anillo al dedo,

sobrevivir a una madre narcisista, de Olga Fernández Txasko, un librazo,

un libro que nos pone negro sobre blanco, muy clarito, el resultado de haber eligido vivir con una madre narcisista en nuestra infancia, cuando éramos bebés, y las consecuencias que se derivan, en la juventud, en la adolescencia y en la edad madura,

una obra que le ayuda a Silvia a ver más claro todavía todo lo que su madre le ha hecho, y todas las repercusiones que todo lo recibido por el bebé tiene en su vida actual, en sus miedos a conectar con personas, a exponerse en grupos, a salir de casa de vacaciones,

Silvia ha estado literalmente secuestrada por mandatos maternos tóxicos, que el contacto cero, lleva ya desde julio sin contacto, no ayuda a eliminar, qué bueno cuando lee la técnica de la piedra gris, que ya ha aplicado un par de veces,

dejando de responder emocionalmente a los cebos que su madre le tiende, que le llega a decir 3 veces en una conversación familiar que está loca, literal, yo estaba ahí y lo escuché, para ver cómo su madre desparramaba a continuación,

qué bueno que hoy, lunes de resurrección, Silvia es consciente de que es una adicta a una serie de emociones disfuncionales que su madre ha instalado en ella, emociones y respuestas emocionales que no son ella,

qué bueno que es consciente de todo lo que su madre ha hecho, de todas las repercusiones que lo que ha hecho tiene en su vida actual, qué bueno que hoy sabe que con ser consciente no es suficiente,

que con aplicar el contacto cero y la piedra gris no es suficiente, que puede ir más allá, que necesita dar nuevos pasos para desarrollar, ésa es su motivación hoy, en sus palabras, «mi propia versión de mí misma»,

en este proceso de reprogramación de 5 pasos que Olga propone, para poder desplazar los pensamientos negativos por pensamientos positivos, para conectar con el sí en su vida, un sí en mayúsculas que habla de muchas cosas,

del contacto con la naturaleza, con otras personas, con los abrazos y el sexo, con todas las actividades que le gustan, que le conectan con el disfrute, con lo que a ella sí le gusta hacer, y miro un horizonte progresado, un año da para hacer muchas cosas,

para pensar – sentir – hacer difeferenT muchas cosas,

ojalá Silvia el año que viene, en un día como hoy, lunes de resurrección, esté desarrollando otra actividad profesional que le nutra más cada día, porque pasamos muchas horas al día en nuestros trabajos,

y haya integrado mucho mejor todo lo que ya estamos haciendo en una apuesta clara por vivir mejor cada día.