retomo la historia de un fracaso con un logo que pido a la factoría Kukuxumusu lleno de explicaciones, y que me devuelven concepcual, al que le acabo de quitar, tras no sé cuantos años ya, la marca de la autoría, kukuxumusu, y el marco,
porque hay un momento a partir del cual la vida de una persona se encuentra en mar abierto, sin marcos, sin referencias de la costa, sin referencias claras del origen y del destino,
tal vez hoy me siento un poco así, todo lo que hago está sencillamente en curso, hace ya un tiempo que ha iniciado y le queda un tiempo para el final, sea el que sea, que no me preocupa,
todo lo que hice hecho está, para bien y para mal, los fracasos no me reconcomen, no me fastidian, hizo lo que pude con lo que tenía, si no lo supe hacer mejor ya pedí perdón, y de alguna forma ya me perdoné,
y en el futuro confío, porque es la única lectura clara que me queda del pasado, confía, estás en buenas manos, siempre ha sido así y no hay ningún motivo claro para que eso cambie, no al menos que yo pueda intuir, ver o percibir.
re-leyendo el logo de NAVEGA pasados los años observo que sólo el azul (y el negro) está presente, es curioso, cuando lo recibo no tengo conocimiento de lo que significa, azul claro para el orgullo humilde, azul oscuro para la comprensión,
el negro como atisbo de esa luz de infiinito insondable que nos guía, nuestro mundo aspiracional, sí, todo indica que podemos seguir tranquilamente un día más de navegación, en mar abierto, el cielo por montera, la mar salá nos cobija.